Tolhuin, una pequeña localidad ubicada en el corazón de la Tierra del Fuego, ha dado la bienvenida a un nuevo símbolo que refleja su identidad y resalta la belleza de su entorno natural. Gracias a la iniciativa del empresario local Quique Sandri y el esfuerzo conjunto de diversas áreas del Municipio, se ha instalado una escultura de un guanaco de fibra de vidrio, obra del talentoso escultor Lautaro López. Esta figura no solo representa la fauna autóctona de la región, sino que también sirve como un recordatorio para los conductores sobre la importancia de reducir la velocidad y conducir con prudencia en esta zona.

UN PROYECTO COLECTIVO
La realización de “El Centinela de Nuestra Ciudad” fue posible gracias a la colaboración de varias direcciones del Municipio de Tolhuin. La Dirección de Desarrollo Sustentable y Ambiente, la Dirección de Servicios Públicos, la Dirección de Parques y Jardines y la Dirección Provincial de Energía (DPE) trabajaron en conjunto para llevar a cabo este proyecto. Además, el apoyo de productores locales como Gassman y Fabio Páez, quienes realizaron donaciones significativas, fue esencial para concretar esta obra emblemática.
La escultura del guanaco no solo es un homenaje a la fauna local, sino que también contribuye al embellecimiento de la ciudad. La elección de esta especie, típica de la región, resalta la importancia de la biodiversidad y actúa como un recordatorio de la necesidad de preservar el entorno natural.

UN NUEVO PUNTO DE REFERENCIA
La instalación del guanaco en la entrada de Tolhuin ha creado un nuevo punto de referencia tanto para los residentes como para los visitantes. Esta escultura invita a detenerse y fotografiar el momento, convirtiéndose en un símbolo de la cultura local. La figura del guanaco, con su postura característica, destaca en el paisaje y refuerza la identidad de la localidad. Este atractivo no solo embellece el entorno, sino que también promueve el turismo, al atraer a aquellos que desean conocer más sobre la fauna y la cultura de la región.
LA IMPORTANCIA DE LA CONDUCCIÓN RESPONSABLE
La escultura también tiene un mensaje claro sobre la seguridad vial. Al ubicarse en un punto estratégico de entrada a la ciudad, se convierte en un recordatorio para los conductores sobre la importancia de reducir la velocidad. La fauna local, como el guanaco, a menudo cruza las carreteras, y es vital que los conductores mantengan una actitud responsable al volante. Esta obra de arte no solo embellece, sino que también tiene un impacto directo en la seguridad de la comunidad.
REFLEJO DE LA IDENTIDAD LOCAL
La presencia de “El Centinela de Nuestra Ciudad” refuerza la identidad de Tolhuin, un lugar que se caracteriza por su conexión con la naturaleza y su rica biodiversidad. La escultura del guanaco simboliza la armonía entre la vida urbana y el entorno natural, al tiempo que invita a la reflexión sobre la convivencia entre ambos. Este tipo de iniciativas no solo promueven el arte y la cultura local, sino que también fomentan un sentido de pertenencia entre los habitantes y sus raíces.
El proyecto ha generado entusiasmo en la comunidad, quienes consideran que la escultura del guanaco es un paso importante hacia la valorización del patrimonio natural y cultural de Tolhuin. El compromiso de las autoridades y empresarios locales demuestra que, a través del trabajo conjunto, se pueden lograr grandes cosas que benefician a todos.
Tolhuin continúa creciendo y desarrollándose con iniciativas que resaltan su belleza natural y cultural. La escultura del guanaco es un recordatorio de que, a través de la colaboración y el respeto por el entorno, se puede construir una comunidad más fuerte y unida.