RECOMENDACIONES DEL MUNICIPIO DE RÍO GRANDE PARA MANTENER VEREDAS LIBRES DE NIEVE Y HIELO

El Municipio de Río Grande hace un llamado a todos los vecinos y vecinas para que cumplan con la Ordenanza Municipal N° 2941/11, que establece la responsabilidad de mantener las veredas libres de nieve, hielo o escarcha. Durante la temporada de bajas temperaturas, esta medida resulta fundamental para asegurar la seguridad peatonal y prevenir accidentes en zonas públicas y residenciales. La normativa busca promover una comunidad más segura y accesible, especialmente en momentos en que las condiciones climáticas dificultan la movilidad.

IMPORTANCIA DE MANTENER LAS VEREDAS LIBRES DE NIEVE Y HIELO

Mantener las veredas libres de hielo y nieve no solo es una obligación legal, sino también una responsabilidad social. La acumulación de hielo y escarcha incrementa el riesgo de caídas y lesiones entre peatones, incluyendo niños, adultos mayores y personas con movilidad reducida. Además, facilita el tránsito peatonal, evita obstáculos en las aceras y contribuye a la seguridad vial en la vía pública.

OBLIGACIONES Y PLAZOS ESTABLECIDOS POR LA ORDENANZA

RECOMENDACIONES DEL MUNICIPIO ANTE LAS BAJAS TEMPERATURAS

El Municipio recomienda tomar medidas preventivas para mantener las veredas transitables. Entre ellas, se sugieren el uso de sal, arena o productos descongelantes para acelerar la eliminación del hielo, además de la remoción manual de nieve con palas o herramientas adecuadas. También es recomendable usar calzado antideslizante y colaborar con los vecinos para mantener las áreas comunes seguras.

CONSTRUYENDO UNA COMUNIDAD MÁS SEGURA Y ACCESIBLE

El compromiso de los frentistas y la colaboración de la comunidad en general son fundamentales para construir una ciudad más segura y accesible. La responsabilidad compartida en mantener las veredas libres de obstáculos durante las temporadas de frío ayuda a reducir accidentes y facilita la movilidad de todos los habitantes.

En conclusión, el Municipio de Río Grande continúa promoviendo el cumplimiento de la normativa local, incentivando a los vecinos a ser responsables con el mantenimiento de espacios públicos y privados. La cooperación de todos en este aspecto contribuye a una comunidad más segura, inclusiva y preparada para enfrentar las condiciones climáticas adversas, fortaleciendo el bienestar colectivo y la calidad de vida en la ciudad.