ESTRATEGIAS Y ACCIONES DE VIGILANCIA EN RÍO GRANDE
El municipio, en colaboración con la Dirección de Servicios Veterinarios, la Secretaría de Ambiente y el SENASA, continúa con un monitoreo exhaustivo en las zonas afectadas, específicamente desde el Cabo Peña hasta el Cabo Domingo, incluyendo Punta Popper y áreas costeras. Hasta el momento, se han detectado 60 cormoranes, además de tres lobos marinos y tres pingüinos en estado de mortalidad. Se enviaron muestras de estos animales a laboratorios especializados para determinar si corresponden a casos de gripe aviar, aunque los resultados preliminares han sido negativos.
MEDIDAS PREVENTIVAS Y RECOMENDACIONES PARA LA POBLACIÓN
Mientras se esperan los resultados definitivos, el municipio ha implementado medidas de prevención y vigilancia ambiental. Entre estas acciones, se incluye el corte de circulación en la vía costera y en las zonas donde se detectaron aves muertas, con el fin de evitar el contacto directo de personas y animales domésticos con estos ejemplares. La comunidad también juega un papel fundamental en la prevención, y se recuerda a los ciudadanos que ante la aparición de animales en mal estado o muertos, no deben tocarlos ni manipularlos. Es fundamental dar aviso inmediato llamando al 103 para que las autoridades puedan actuar rápidamente.
RECOMENDACIONES PARA LA POBLACIÓN Y SEGURIDAD ANIMAL
Las autoridades recomiendan no acercarse ni permitir que las mascotas ingresen en las zonas afectadas, ya que esto podría poner en riesgo la salud de los animales domésticos y facilitar la propagación de enfermedades. Además, se solicita evitar el contacto con aves u otros animales silvestres en la zona y respetar las indicaciones del personal municipal o de seguridad en el área. Estas acciones forman parte del protocolo establecido para una respuesta rápida y responsable ante eventos que puedan representar un riesgo sanitario o ambiental.
CONCLUSIÓN Y IMPORTANCIA DE LA COLABORACIÓN COMUNITARIA
El descarte de gripe aviar en las aves encontradas en Río Grande refuerza la importancia de mantener una vigilancia constante y de seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y ambientales. La colaboración de la comunidad, mediante el cumplimiento de las medidas preventivas y la rápida notificación de incidentes, resulta clave para evitar la propagación de enfermedades y proteger tanto a la fauna silvestre como a la población local. La vigilancia continua y la cooperación social son fundamentales para mantener la salud pública y preservar la biodiversidad del área.
La situación en Río Grande demuestra la efectividad de los protocolos preventivos y la importancia de una respuesta coordinada en casos de avistamientos de animales muertos en áreas naturales, garantizando la protección tanto del ecosistema como de la comunidad.
